A Natalia Aksakova
¿A qué viene toda esa gente al Estanque del Patriarca? ¿A disfrutar del sol que siempre aparece a su cita con el primero de mayo? ¿Acaso a curiosear en sus aguas buscando alguna carpa dorada q fotografiar?... a estas alturas del 21 es más probable hacerse un 'selfie' con el Patriarca caminando sobre las aguas que en encontrar una carpa en el estanque.
Pero volvamos a la pregunta: ¿A qué vienen al Estanque todos ellos? Desde moscovitas a europeos, incluso ¡Americanskii!... yo te lo diré: lo que buscan es un encuentro con el mismísimo Diablo. ¡¡Sí, a estas alturas del 21!!... No nos engañemos, nadie espera encontrarle, pero vienen de todos modos, simplemente para corroborar que al final todo eso del Demonio son patrañas de parbulario.
Y así, se sientan en los bancos amarillos recién pintados, y posan las familias y las parejas, riendo y disfrutando de los amables calores de un sol que preludia ya el corto pero intenso estío.
<Vaya, me he dejado llevar por la lírica de los jardines florecidos, disculpa, vuelvo al tema> Jamás encontrarán a Satán en estas circunstancias ya que, como cualquiera torpemente instruido en la materia sabe:
1) el demonio no trabaja el 1 de mayo; y
2) escoge un banco distinto cada día.
Además, contrariamente a lo escrito en algún panfleto semi-iniciático, el diablo sólo actúa en la tinieblas, siendo él mismo el Príncipe de las Tinieblas, por lo que, amigo mío, y pese a la leyenda, le aseguro que es totalmente seguro hablar con extraños... al menos a la luz del día.
Pero, ¿de veras queréis seguir con el relato? Nunca pensé que un librito olvidado en el césped del estanque podría suscitar tanta curiosidad... porque, me habéis encontrado ahí tirado en el suelo, ¿verdad? En fin, lo que el destino ha juntado, que no lo separe Lucifer.
Veamos, ¿por donde iba?... ¡Ah sí!, decía que si vuestro propósito es verdaderamente un vis à vis con Belcebú, os aconsejo acudir al estanque por la noche, bien tarde, casi rayando el alba, una vez acabado el bullicio de los jóvenes (y no tan jóvenes) terraceando/desfilando por la Malaya Bronnaya...
Bien, estamos ya en situación, con la luna plena y la brisa de mayo posándose por el estanque y dejando su ondulada firma que desparece al instante... <¡¡y, por última vez, basta ya de lirismo onírico-fútil!!>
... y ahora, qué? Hay 66 bancos en el estanque, y Su Majestad no espera... los bancos están juntos por pares, y, en medio de cada par, una farola... <sí, ya sé, esto no resuelve nada, un poco de paciencia...> Al diablillo le gustan los juegos y cambia de banco con frecuencia... ahí va el secreto: buscad el par de bancos con la farola apagada. Extrañamente, solo hay un par cada noche, y nunca es el mismo.
Querido amigo, tan solo un favor os pido por mis servicios: si he sido útil, llevad el librito a vuestra cita y si, por el contrario, os tiemblan las piernas y no deseáis acudir (lo cual sería una pena pues Su Excelencia es muy afable y un buen conversador) ruego dejéis este panfleto donde lo encontrásteis.
Muy cordialmente,
Su nuevo amigo,
Woland