Tempestad temida, anhelada calmaprofundos mares de azules entorchadostu mirada es huracán que voltea mi almay al batir de tus párpados entornadospor los tuyos mis deseos son trocadosEn la noche corren lágrimas sin dueñoresbalando por praderas de rocíoen tí comienzan y terminan mis sueñosa tu boca de almíbar recosíos.Y en verdad, por verdad amanecidoal albor de tus estrellas me despojode mí mismo, y gobiernas a tu antojolos rastrojos de mi ser estremecido.¿Quién grabó en mi corazón a rojo vivoeste incesante anhelo por tus cielos gemelos?En mis manos rojizas marcado ha tu caminosurco arado por distantes luceros.¿No fue a caso el mismo Dios en su maldad?¿Soy culpable de un destino ya instauradoque me ronda desde tierna eternidad?Soy esclavo de otros versos ya labradosque se burlan de mi fiera voluntad:más conmuéveme Belleza que bondad.Pues por los ojos se gana al corazóny por los tuyos perdí yo la razón.
Antorchas de zafiroOcéanos en llamas azulesDos firmamentos gemelosColor imposible que pintor emule.Objeto de mis suspirosAl tiempo cúspides y abismosEspejos despejados de cieloTesoros imantados de deseo.Órbitas y centro del universoSobre el cual mis versos orbitan...Torbellinos de Edén, pareja de hélicesEternas gravedades de mi ente satéliteAgraciado sólo porque le miran…Porque sobre mi corazón otrora perversoAterrizaron tus dos astros tersos.
Conseguirán de mí tus ojos lo que plazcanSi atisbo un retazo de amor en su miradaPues son tus astros mi ocaso y mi alboradaY nada surge en mí sin que de ellos nazca.Y nada tengo en mí si ellos me faltanY nada hallo en mi pecho silenciosoPues su música el frío viento re-celosoAl bramar la torna eco y no resalta .Y es el latir que en este baile se exaltaComo huir de asustados ladronesDe Azulados hampones que asaltanComo arpones, banderillas de zafiro,Rejones de castigo que ensalzan,Espoleando mis mejillas el feliz rocío.
Dos fogonazos de amor azulesdisparaste desde tu lejana estancia.Así despiertas mi corazón envuelto en tulesy derrotado el olvido se distancia.Dos abrazos de cielo edulcoradosapaciguan tiernamente mis suspiros.Pues mi muerte en vida has trasmutadocon tus espejos salados de zafiro. Vestida la luna va de negro intensocuando lejos ellos de mí reposany soy poeta huérfano de versosque buscan libertad en tus esposas. Y me siento cortesano sin reinacaballero desterrado de sus lares.¡Si hasta el mismo aire me asfixia!Quiero volver a tus mares. Añoranza permanente de presenciases mi vida, colección de ausencias.
Desgajóse una lágrima del zafiroDeslizóse el rocío sobre la rosaHasta el vértice de mi pluma, en vilo,Por apagar su fulgor con la estrofa. Eres rima rimada por el azar sonoro,Oculto tesoro. Bajo la oscura neblinaAdivinada belleza es tu piel divina,Y florecen tus ojos cual becerros de oro,Y mis rojos suspiran azules tus pupilasSalvajes diamantes de mirar felino,Manantiales de luz, humedades cristalinas.Dos cielos tiernos mis infiernos contemplaron:Dos niñas que el mundo de nuevo me enseñaron.